Un año se va y otro viene

Hoy como ultimo día del año he decidido compartir mi balance de este 2017.

Este año ha estado lleno de momentos únicos y otros no tanto. He tenido muchas decisiones y oportunidades. A pesar de que lo números impares no me gustan tengo que decir que ha sido un buen año.
Un año de aprendizaje por que cada vez soy mas quien quiero ser. Ha tenido malos momentos que me han hecho aprender, y buenos momentos que no cambiaría por nada y repetiría una y mil veces. Pero supongo que eso lo podemos decir todos los años. Este año alguien confió en mi en un momento que ni yo misma lo hacia y me animo a seguir adelante dándome mucho animo sin ni siquiera saberlo. 
Este año también me puse ante una cámara y me subí a un escenario por primera vez (y espero que no sea la ultima).
He conocido a gente maravillosa que me ha aportado mucho, he perdido a otros que no me aportaban nada (o malas vibraciones). He luchado por ser quien quiero ser.

Y para este 2018 podría poneros una lista de propósitos típicos, pero en realidad tengo uno; por que lo mas importante es poder sonreír a cada momento, transmitir la felicidad a aquellos que estén pasando malos momentos o que te la contagien. Mi propósito es sonreír a cada momento, contagiar felicidad y no solo en esta época del año. 
Y a todos os deseo que cumpláis todos vuestros propósitos y para eso lo mas importante es dejar de dejar las cosas para el año que viene, para el próximo mes o para el lunes. Cuando pienses en algo ve a por ello sin esperar, por que es la única forma de conseguirlo, dejar de soñar para empezar a vivirlo.

 Aquí os dejo una reflexión sobre la vida que me encanta: 


Así que dejar de trazar los planes en servilletas de papel, ¡empezar a construirlos!




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